Sobre la autodestrucción

Cosas que nos autodestruyen día a día (sería algo así como una guía de autoayuda, pero igual no se confíen yo no estoy capacitada para ayudar a nadie)
- Mandás algo urgente por mail y te das la cabeza contra la pared porque no te responden: “ah, no me responde el mail, esto es urgente, no lo puedo esperar más… se lo voy a reenviar a ver si es que no le llegó” WTF?? Repito: WTF?? Si es tan urgente agarrás el teléfono y llamás! Si, es más fácil tipear pelotudeces (por eso estoy escribiendo esto), apretar send y pretender generar una catarsis de interés o de responsabilidad en la otra persona por telepatía. Las cosas urgentes no se arreglan por mail! Debe haber algun tipo de estadística por ejemplo: el 3% de los mails enviados entran como correo no deseado y dificilmente sean vistos, el 1.2% de los mails enviados tienen mal la casilla del destinatario y rebotan, el 5% de los destinatarios tienen las casillas llenas, el 78% de los destinatarios no estan interesados en tus mails, de ese 78% un 90% lo borra sin leerlo, un 6% lo marca como no leído y el 4% restante lo deja como está.
- Salis tarde de tu casa para ir a un lugar X, sabiendo la distancia que te separa y teniendo un mínimo panorama de los inconvenientes que pueden surgir… y puteás porque llegás tarde. No solo eso, el colectivo o subte tiene la misma demora de siempre, pero sos tan egocéntrico que pensás que eso te pasa solo a vos. No, imbécil! Les pasa a todos los que se van a subir a ese medio de transporte con vos, sea en esa parada o en otra, pero a vos te afecta más por tu propia imbecilidad de calcular el tiempo para el ojete, o de colgarte en facebook antes de salir (porque dale, no es que estabas esperando que termine el lavarropas o esperando al plomero, estabas pelotudeando). Y que el bondi demore, que no te pare, que no te carguen la SUBE, pasa siempre, pero te afecta cuando te conviene, porque tenés una clara tendencia autodestructiva.
- Salis abrigadísimo porque el pronóstico dijo 5ºC. después salió el sol, paró el viento, y la temperatura subió a 17ºC (y el pronóstico lo había dicho, pero escuchás lo que te conviene). Te sacas como una cebolla las 90 capas de ropa que tenés (o 70 de esas 90 porque el nudismo es delito federal), las cargás como podés, porque claro, estás en la calle y tenes que retirar un pelapapas digital con led que compraste por Mercado Libre de Paternal, de ahí te vas al centro a hacer un trámite en la obra social (como si después fueras a hacerte un control cada 6 meses, pelotudo), y de ahí te vas a Constitución a comprar papas para estrenar tu pelapas digital… y puteas. Puteas por todas las cosas que estás cargando, siendo que lo que tenes que haces es escuchar todo el pronóstico, sacar el promedio entre la mínima y la máxima, poner la heladera en esa temperatura y meterte adentro probando la ropa adecuada hasta sentirte cómodo. Vas a tener un poquito de frío a la mañana y un poco de calor al mediodía, pero te aseguro que no vas a estar como un mulo cargando tus propias precauciones textiles.
- Estas gordo. Te quejas que estas gordo. Cuando estas cambiando de canal y aparece algun atrista de esos que bailan, cantan, actuan, desfilan y tienen el cuerpo tallado en mármol cambias de canal indignado. Pero claro, estás viendo la tele comiendo salame picado grueso, aceitunas rellenas, tres variedades de queso y tomando fernet con coca. Obvio que vas a estar gordo (sobre todo si ese menú es tu desayuno). Correr te da fiaca, ir al gimnasio te fastidia, pero claro, para comer no tenés problema. Obvio que vas a estar gordo. Puede ser que con el ímpetu de tus quejas quemes alguna caloría, pero te puedo asegurar que no son las mismas que ingerís salvajemente en tu indignación. Incluso, alguna vez pasado de copas (o no, lo cual es peor), te atrevés a cuestionar el modelo de belleza de la sociedad, para crearte un mundo que se acomode a tu comididad obesa. Y no, no es así, porque no te la creés. Careta. Sisi, ca-re-ta. Estás gordo, la ropa no te entra, no es que “hay una mafia con los talles que no son los que son para incentivar al consumo de productos dietéticos”. Te apoyo en que lo diet es feo, de hecho tengo en mi loca mente la teoría que el yogur común y el diet son el mismo yogur, pero que al Diet le agregan deliberadamente “sabor a feo” y lo envasan en potes verdes. Pero al margen, aceptá tu gordura o hacé algo para cambiarla. La queja es autodestrucción, decía el T800, lamentando no poder hacer ninguna de las dos cosas, y pidiendole a John Connor que lo ayude a fundirse para salvar la humanidad (al menos hasta Terminator 3)

Obsesiones

Como todos, tengo ciertas obsesiones. Que pueda vivir con ellas es otro tema, a menudo envidiado, a menudo ignorado, a menudo de pollo (?).
Al poner las monedas en el colectivo, siempre tengo que poner las monedas en orden, de menor valor a mayor valor. No tiene sentido, si tengo un puñado sin revisar y voy poniendo de mayor a menor, es posible que no llegue a poner todas las monedas. Bueno yo hago al reves, y siempre termino poniendo una de 50 centavos cuando me faltaba pagar 10.
No puedo escuchar el pip del microondas, siempre lo tengo que abrir antes. No es de ansiosa, solo me molesta el anuncio, es como una campanita sacudida por un mayordomo, que dice LA MESA ESTÁ SERVIDA y es como si el microondas se quedara con todo el mérito de la comida. YO cociné o compré, vos calentaste la comida nada más, no alardees.
Los medios de transporte. Siempre me despiertan sensaciones. Razonamientos, ideas... tengo una especie de fijación con eso. De hecho, en este mismo texto la primer obsesión que menciono es relativa a ello.
El teléfono. No puedo dejarlo que suene mucho. Siento que si suena mucho, cuando yo atienda la otra persona va a estar fastidiada por lo mucho que sonó y me va a maltratar. Obviamente, cuando yo llamo no puedo dejar tampoco que suene mucho. Al tercer RING (o en mi caso al ser la que llama, al tercer TUU), corto. Corto y llamo de nuevo. Si, super goma, pero hay gente que sale de caza o de pesca por diversión, sin considerar que está matando innecesariamente seres vivos, a mi me tocó ser goma con el teléfono y es menos grave, supongo.
Mido cualquier cantidad de dinero en cuántas películas haría, lo cual es completamente absurdo, porque para hacer una película no hay ningún tipo de coste estandar que haga que la medición sea correcta. Quizás deba empezar a medir el dinero en ALTOS GUISOS.
Tengo obsesiones mas esporádicas. Una de ellas es acomodar la ropa. Cada tanto, me desespero porque esté todo en orden, apilado y enfilado. Cuando pasa la locura del orden, es todo una bola homogénea de tela encastrada en un estante, a veces mezclada con revistas y objetos varios.
La comida. Hay veces que me cuido sobremanera, pero hay veces que me obsesiono con empanadas de determinado lugar, y las como ininterrumpidamente hasta que el que se obsesiona (pero con el rechazo) es mi estómago y no me deja ni olerlas. Mi máxima obsesión llevó unos 6 años, durante los cuales no comí carne. De más está decir que estoy en el extremo opuesto de esa obsesión, naufragando en una cruel obsesión por el asado.
Y tengo también una obsesión esporádica por este blog. Puedo escribir tres entradas por día (contando como entradas la subida de fotos, etc.) durante algunos días. Después el caudal emocional disminuye y no escribo una mierda por varios meses. Pero no es nada que desequilibre el universo, simplemente estoy entretenida con alguna obsesión nueva.